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Yo no fui a disney en los ’90.

(igual voy a conquistar el mundo)

El 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín. Mientras, el mundo convulsionaba en el “fin” de una era. Sin saberlo, muchos de nosotros estábamos por nacer, otros dábamos los primeros pasos y pronunciábamos las primeras palabras. Ese mismo año, se estrenó en Estados Unidos, la película Dead Poets Society, con guión de Tom Schulman. Allí, el gran maestro Keating (personificado por Robin Williams) incitaba a sus alumnos a pensar libremente, a aprovechar el día y la vida, hacerla extraordinaria. En una de sus clases proclamaba: “No matter what anybody tells you, words and ideas can change the world.” (No importa lo que nadie te diga, palabras e ideas pueden cambiar el mundo).

Por otro lado, los jolgoriosos noventas se vestían de falso paiet, al compás de alguna canción de Sergio Denis. Entretanto, los niños esperábamos que Papa Noel nos trajera el Mc Donald’s de Barbie, una súper bicicleta, los autitos Scalectric, la valijita de Juliana, alguna que otra tortuga Ninja, Legos, playmobil, o quizás, quizás: el Family o el Sega.

Además…cómo olvidar la clase en que Gohan te enseñaba a volar. Sólo era cuestión de sentarse frente al televisor, cruzar las piernas, sentarse derecho, y controlar el ki. Y… ¿quién no tenía pensado su color de Power Ranger? Yo canté pri…

Crecer en un mundo visual importado. Entre variaciones, ambigüedades y traducciones idiomáticas y lingüisticas. Entre el pasado, el presente y el futuro. Entre los dibujos animados que se traducían (y se siguen traduciendo) a un español neutro. Entre adaptaciones inglesas y francesas de términos de uso común, como Remis/Remisse, Restorán/Restaurant, Sanguche/Sandwich, etc. Entre los cassettes de nuestros padres, y los primeros que pudimos comprar ahorrando, quizás, 10 años. Entre cajas de cereal con dibujos en inglés, Mtv, y el sueño de ir a Disney. Y luego la crisis. Los saqueos, los trueques, la devaluación, y etcétera. Y digo etcétera porque el resto ya lo sabemos todos.

Y con el paso del tiempo, nos convertimos como el VHS en DVD (ahora el DVD se convierte en Blu-ray), todo queda obsoleto, pero seguimos mutando. Mutando, casi como si nos hubiera alcanzado un rayo láser: “en forma de balde” dirían los gemelos fantásticos. “Primero es ser segundo y segundo es ser campeón”, coreaban los cebollitas. “Fue culpa mía”, tendría que haber cantado Menem. Pero el “dicen que soy aburrido” lo dijo Fernando De la Rúa… Y… “La Fama me aburre!” escribió un gran filósofo contemporáneo: el dueño del coche 351 de la línea 22 de colectivos urbanos de Buenos Aires. “Y nada”. Típica frase del artista contemporáneo. Y “qué interesante”. Típica frase del crítico de arte contemporáneo.

Frases que marcaron nuestra visión del mundo, competitivo y capitalista, no las dijo Platón. Ni Aristóteles. Pero bueno, hay que darle lugar a los pensadores griegos. Y aunque no fuimos parte de aquellos afortunados que fueron a Disney en los ’90, no nos quedamos quietos, no nos conformamos con lo que nos dicen, y salimos a conquistar el mundo con cada paso que damos. Algún día, sin saberlo, lo habremos logrado. Quién sabe.